Continuando con la tendencia de los últimos años, el ámbito laboral se perfila como un entorno dinámico. Y todo ello influenciado por los avances tecnológicos, cambios demográficos y nuevas expectativas tanto de empleados como de empleadores. A continuación, os detallamos las que creemos serán las principales tendencias del mercado laboral en 2025:
Automatización e inteligencia artificial (IA)
La automatización de tareas repetitivas y el uso de la IA continuarán transformando el panorama laboral. Como bien exponen William Crofton y Stephanie Stacey en su artículo ‘Draw your own chart game: how well do you know the jobs market?’, la aparición del ChatGPT de OpenAI “generó entusiasmo y ansiedad” al mismo tiempo. Suponía una herramienta poderosa para mejorar la productividad, a la vez que una amenaza de desaparición de puestos de trabajo.
Pero con el paso de los meses, las empresas “se han esforzado por mantenerse al día con la rápida evolución de la tecnología y aprovecharla”. La IA generará nuevos puestos de trabajo, especialmente en áreas como el desarrollo de software, ciberseguridad y análisis de datos. Esta tendencia subraya la necesidad de que los trabajadores actualicen sus habilidades y conocimientos en tecnologías emergentes.
Predominio de habilidades blandas
Para muchas empresas, otra de las tendencias del mercado laboral en 2025 sera la combinación de habilidades blandas y técnicas será el perfil ideal. La capacitación continua en estos aspectos se convertirá en un elemento diferenciador para los profesionales que deseen destacarse en el mercado laboral del futuro. Se buscarán perfiles capaces de adaptarse a entornos cambiantes, liderar equipos de manera efectiva y comunicarse de forma clara en un entorno cada vez más digital y globalizado. Entre las habilidades más demandadas destacan:
- Adaptabilidad y flexibilidad
- Pensamiento crítico y resolución de problemas
- Comunicación efectiva
- Trabajo en equipo y colaboración
- Liderazgo antifrágil
- La inteligencia emocional
Bienestar integral de los empleados
El bienestar integral, que abarca la salud física, mental y emocional, será una prioridad para las empresas. Las organizaciones no solo se enfocarán en la productividad, sino también en garantizar el equilibrio entre la vida laboral y personal de sus empleados, reconociendo que este equilibrio es fundamental para mantener la motivación y el rendimiento.
Evitar el desgaste laboral causado por el estrés, permite preservar tanto la productividad como el bienestar de los empleados. Para lograrlo, se pueden ofrecer programas de mindfulness, fomentar pausas activas y ofrecer actividades que disminuyan la tensión son estrategias efectivas para fomentar un entorno laboral saludable. Las organizaciones que ofrecen estas iniciativas mejoran la calidad de vida de su equipo y crea un buen ambiente laboral, fidelizando el talento.
Y es que, las nuevas generaciones huyen de la presión y buscan el equilibrio entre el trabajo y la vida. Son más de tomarse días por temas de salud.
Flexibilidad y modelos de trabajo híbridos
La flexibilidad laboral se consolidará como una demanda clave. Modelos de trabajo híbridos, que combinan presencialidad y teletrabajo, serán cada vez más comunes, permitiendo a los empleados equilibrar sus responsabilidades profesionales y personales de manera más efectiva.
El modelo híbrido no es simplemente una tendencia pasajera; se ha consolidado como un estándar global. Un estudio, tras la pandemia, realizado por McKinsey, consultora de renombre enfocada a resolver problemas sobre la administración estratégica, indican que el 63% de los empleados considera el trabajo híbrido como esencial para su satisfacción laboral, mientras que las empresas reportan aumentos en productividad y retención de talento bajo este esquema.
Enfoque en la sostenibilidad
Las empresas que abracen un enfoque integral hacia la sostenibilidad estarán mejor posicionadas para prosperar en un mercado que valora tanto la rentabilidad como la responsabilidad social y ambiental. No solo deberán comprometerse con prácticas medioambientales responsables, sino que también deberán integrar la sostenibilidad en su cultura organizacional, operaciones y procesos de toma de decisiones. Entre las tendencias más destacadas se incluyen:
- Modelos de negocio sostenibles
- Responsabilidad social corporativa (RSC)
- Compromiso con el talento consciente
- Optimización de la cadena de suministro
Desde el punto de vista interno, promover prácticas sostenibles también beneficia la motivación y el compromiso de los empleados. Incorporar medidas como oficinas ecológicas, jornadas laborales más flexibles para reducir desplazamientos y políticas de reciclaje contribuye a un entorno laboral positivo y consciente del medio ambiente.
Demanda de perfiles técnicos calificados
La necesidad de mano de obra técnica calificada se intensificará, especialmente en sectores relacionados con la tecnología y la digitalización. Las empresas buscarán profesionales con habilidades específicas para adaptarse a las nuevas herramientas y procesos emergentes.
Mediante el uso de la tecnología Big Data y la Inteligencia Artificial (IA), el Mapa de Empleo de Fundación Telefónica analiza las últimas ofertas de empleo publicadas portales como Infojobs o Tecnoempleo, con el objetivo de plasmar la situación actual de los perfiles y habilidades digitales más demandados en España. En el último rastreo, los perfiles serán:
- Desarrollador/a de software
- Consultor/a TIC
- Especialista en marketing digital
Aprendizaje continuo y formación específica
La revolución tecnológica en la que vivimos, obligará a los profesionales a actualizar sus conocimientos y adquirir nuevas habilidades para garantizar su éxito y superar las expectativas de los clientes. El aprendizaje específico, rápido, práctico y evolutivo será otra de las tendencias del mercado laboral en 2025. Las empresas invertirán en programas de formación continua para mantener a sus empleados actualizados y competitivos en un mercado en constante cambio.
En resumen, el mercado laboral en 2025 estará marcado por la integración de tecnologías avanzadas, una mayor valoración de las habilidades blandas, la priorización del bienestar integral de los empleados y una creciente demanda de flexibilidad y sostenibilidad en el entorno laboral. Las empresas y profesionales que se adapten a estas tendencias estarán mejor posicionados para prosperar en este nuevo panorama.